Con la cultura cartagenera a flor de piel, en plenas Fiestas de Independencia 2023, Cindy Ortiz nos contó cómo ha sido su recorrido como periodista de cultura, sus motivaciones, experiencias y proyectos.
Motivada únicamente por el amor a su natal Cartagena, Cindy Paola Ortiz Escobar asumió muy joven la labor de ser la periodista de cultura del diario Q’hubo. Conociendo la responsabilidad que tenía, se asesoró y asumió, aunque muy nerviosa, su nuevo trabajo. Mientras se iba familiarizando con la dinámica del periódico, fue creciendo dentro y fuera de él: “Siento que era como una planta, que va creciendo a medida que le pones agua”, agregó.
Fue aprendiendo qué era ser periodista de cultura en todo su esplendor, adentrándose en los barrios y sus costumbres populares.
Tres años después, gracias a la exigencia que pone sobre sí misma a nivel profesional pensó que debía encontrar la manera de darle su “flow” al trabajo que estaba realizando; es así como innovando y adaptándose a las nuevas tecnologías nace “Una periodista en fiestas”. En este formato, Cindy muy orgánicamente, de una forma sencilla pero original, creaba contenido para sus historias de Instagram mostrando los lugares y costumbres a los que su profesión la llevaba.
Disparos reales
Aunque recuerda con cariño todo lo que aprendió y las experiencias que tuvo mientras estaba en el periódico, reconoció que hubo experiencias que la marcaron de forma no tan positiva comparada a otras. De estas, destaca que, en un recorrido para conocer a las candidatas al Reinado de Independencia, siempre fue muy gratificante ver cómo la recibían en los barrios, ya que hasta en los hogares más humildes hacían lo posible por tener atenciones con ella. Sin embargo, en uno de estos recorridos se encontraba en la casa de la reina del barrio San Bernardo de Asís cuando escuchó el sonido de dos disparos. Tras un intercambio de miradas con la reina, le dicen: “¡Ve, escóndete!”. Mientras la candidata trataba de ver de dónde venía el sonido de los disparos, le dijo a Cindy: “Tranquila, eso es que va pasando un funeral de un pandillero”.
En ese momento, Cindy quedó en shock, con ganas de devolverse inmediatamente para su casa, pero hoy cuenta entre risas que esta es su historia más impactante mientras estuvo en el periódico y que cada uno de los barrios y personas que conoció hizo de su experiencia muy especial. Ser “La periodista en fiestas” fue importante por lo que representó para ella y para la gente. No estaban recibiendo a una periodista de Q’hubo, estaban recibiendo a Cindy, y se alegraban de que así fuera.
La pasión sigue intacta
Recientemente, y de manera independiente prefiere hacer contenido más reflexivo que informativo respecto a la cultura en Cartagena. Las redes sociales son su lugar para ser ella misma mostrando experiencias reales de las fiestas y eventos culturales. Sin ceñirse a la agenda ni los cubrimientos tradicionales, Cindy se dedica a representar y validar situaciones que un cartagenero podría vivir cotidianamente en el contexto festivo, desde decir que “el buscapié le salió foyeye” hasta tener que correr cuando llegan los “cascos negros” a los banditos de los barrios.
Las principales barreras que encontró en su trabajo fueron el manejo de cámaras. Saber que le está hablando a un público todavía la pone nerviosa porque conoce la responsabilidad que tiene con su plataforma y su prioridad es que el contenido que haga sea de calidad. Así mismo, pensaba que tener dificultad para memorizar era una debilidad, sin embargo, esto fue un plus para ella cuando descubrió que podía utilizarlo a su favor, adaptando lo que decían sus guiones al dialecto cartagenero.
Sentido de pertenencia
De todos los eventos que ha podido cubrir, su favorito es el Festival del Frito, considera que aquí realmente confluye y lo disfruta toda la ciudadanía cartagenera, no existen prejuicios de clase y le parece muy valioso que con se busque mantener vivo el legado de las matronas en la ciudad.
Cindy también compartió sus motivaciones y metas para contribuir al desarrollo y la identidad de su amada ciudad. Descubrimos la esencia de su labor y su visión para el futuro.
Nos expresó su deseo de despertar el sentido de pertenencia entre los cartageneros: “Si hay algo que quiero, con lo que yo sueño, es que los ciudadanos tengamos más sentido de pertenencia”. Para ella esto es fundamental para el crecimiento y el florecimiento de su amada ciudad. A través de sus palabras, se revela la convicción de que el amor y la conexión con Cartagena son catalizadores poderosos para superar desafíos y construir una comunidad más fuerte.
En un giro reflexivo, Cindy destacó la motivación arraigada en su corazón, deseando contribuir al éxito de los ciudadanos cartageneros. Sueña con ser una fuerza impulsora para el talento local y anhela un sentido más profundo de pertenencia.
Su otra faceta
Describe su labor como periodista cultural en tres palabras: pasión, responsabilidad y alegría. Estas palabras revelan su compromiso y entusiasmo al abordar temas culturales y resaltar la riqueza de su ciudad.
Cindy trabaja en el Centro de Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Cartagena. Aunque no planifica constantemente, su enfoque es dejar fluir la creatividad. Tras un breve receso, pretende retomar su contenido cultural, manteniéndolo auténtico y libre de influencias externas.
En este capítulo de su viaje, ella nos invita a imaginar una Cartagena donde el amor propio se convierte en la brújula que guía el crecimiento y la transformación. A medida que anticipamos sus proyectos, queda claro que esta narrativa está lejos de su conclusión. Cindy Ortiz, la narradora de sueños cartageneros, continúa tejiendo un legado que resonará a lo largo del tiempo, celebrando la riqueza cultural que define su amada ciudad.
“Por varios años, desde Q’hubo Cindy entrevistó en el barrio a cada una de las candidatas al Reinado de la Independencia, cubrió el Bando, los diferentes cabildos y ahora hace pedagogía festiva desde sus redes”.