El politólogo egresado de la UTB nos habla sobre cómo el centralismo en Colombia se ha convertido en un obstáculo para el fortalecimiento de la transparencia política.

Cartagena no solo se distingue por ser la cuna de los hechos históricos más relevantes del país, sino también por impulsar liderazgos claves a nivel político y social. Un ejemplo de ello es Armando Navarro, un cartagenero y politólogo con formación en estudios de Gobierno y políticas públicas, quien sobresale por su destacada trayectoria en la lucha por la transparencia del Estado colombiano a través de su cargo como Coordinador de Estado Abierto e Innovación Pública en la Fundación Corona.
El camino de Armando inició en clases de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la UTB, donde aprendió conocimientos sobre el funcionamiento y la estructura del Estado que más que útiles, han sido indispensables para ejercer su cargo laboral.
“El conocimiento sobre la estructura del Estado que tenemos los politólogos es fundamental cuando uno ya se va a enfrentar en la vida real a trabajar en temas que buscan el fortalecimiento de la institucionalidad pública. Creo que ese conocimiento lo vende muy bien la carrera de ciencia política”, expresa Navarro.
Actualmente, desde su puesto de trabajo en la fundación Corona, Navarro lidera esfuerzos para promover la transparencia y la innovación tecnológica del Estado colombiano, así como para impulsar la participación ciudadana. Sin embargo, considera que para lograr esos objetivos es crucial superar diversos obstáculos que mantienen al país estancado en un círculo de corrupción y apatía hacia la política; uno de ellos: la falta de confianza cívica, es decir, la desconfianza hacia las instituciones.
“La corrupción sigue siendo un problema, pero no el principal. El principal problema es que ya la gente no cree en el sector público (…) la confianza se ha corroído por las necesidades insatisfechas, entre ellas por la corrupción”, afirma el politólogo.
Navarro también señala que es crucial comprender que la lucha por la transparencia en un país como Colombia debe abordarse de manera contextualizada de acuerdo al territorio. Según el experto, esto se debe a que el eje central de la política varía dependiendo de factores como ubicación, recursos disponibles, la existencia o no de conflictos, etc. Por esta razón, según Navarro, el trabajo por la transparencia debe super un obstáculo clave que ha persistido en el Estado colombiano durante décadas: el centralismo. Así lo aclara el especialista:

“Una cosa es Bogotá y otra cosa son las dinámicas en lo territorial. Colombia, al ser tan centralista, se ha centrado en la formulación de políticas que buscan una implementación en cascada, así como funciona en Bogotá debería funcionar en todo el territorio nacional. Esa falta de enfoque subnacional en la formulación de políticas y de normas en Colombia, creo que sigue generando muchos obstáculos en esta agenda”.
La labor de Navarro busca principalmente enfrentar estos retos históricos que han limitado al Estado colombiano, impidiendo que la transparencia en la política nacional y subnacional pase de ser un simple deseo a convertirse en una realidad. Su labor se enfoca en cerrar la brecha entre la ciudadanía y las instituciones, fortaleciendo la confianza y el control político ciudadano sobre el Estado, incluso en los territorios más excluidos de la esfera política colombiana como Yumbo o Buenaventura.
“Acompañamos los esfuerzos institucionales que buscan fortalecer todo aquello que de alguna manera garantice el derecho de acceso a la información pública. Esto lo entendemos como transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana, además de colaboración con otros actores de la sociedad civil para la co-creación de políticas públicas”, explica el cartagenero.
Este líder en temas de transparencia finaliza diciendo que el centralismo obstaculiza los esfuerzos para fortalecer la confianza institucional y promover la participación ciudadana y destaca la necesidad de llegar a territorios más marginados mediante estrategias contextualizadas a lo subnacional.
“Construir confianza es un tema de Estado, no importa el partido o la ideología política”, concluye.