El avance de la tecnología y la inteligencia artificial nos reta a evolucionar constantemente. La universidad nos brinda las bases, pero el mundo digital exige que vayamos más allá́. No podemos quedarnos solo con lo aprendido en la universidad; debemos adaptarnos, innovar y dominar las nuevas herramientas que hoy rigen la comunicación.
En la era digital, la información se transmite mucho más rápido de lo que podemos procesar. Las redes sociales han convertido a cualquier persona en un potencial emisor de mensajes. Con este panorama, ¿qué pasa con los comunicadores sociales? Adaptarse ya no es una opción. Hoy no basta con redactar bien o hablar en público; es imprescindible comprender los algoritmos, las tendencias y las dinámicas de consumo de información. Para profundizar en este tema, entrevisté a Jennifer Smith, periodista de Noticias Caracol y locutora en LaKalle.

Le pregunté cómo han impactado las redes sociales en el consumo de noticias, y ella respondió:
“Las redes sociales han transformado la manera en que accedemos a la información. Antes, teníamos que esperar hasta las 7 p. m. para ver el noticiero o leer el periódico del día siguiente. Ahora, una noticia se viraliza en cuestión de minutos; ya no hay barreras entre la información y el público”.
Si comparamos el periodismo de hace dos décadas con el actual, la diferencia es evidente. No podemos seguir comunicando como lo hacían generaciones pasadas. En este escenario, la universidad juega un papel clave: debe actualizar sus métodos de enseñanza, incorporar herramientas digitales y exigir a los estudiantes con la misma intensidad que lo hace el mercado laboral. Los profesores deben ser un puente entre la teoría y la realidad digital.
Nuestro reto es entender el mundo digital y aceptar que la comunicación ha cambiado. Quienes no se actualicen quedarán como las cartas en la era de los correos electrónicos.
La gran pregunta es: ¿cómo mejorar en este contexto? Jennifer tiene la respuesta:
“Lo más importante es la disciplina. Puedes ser muy talentoso, pero sin disciplina, te hundes. El talento debe ir acompañado de constancia, sin excusas. Hay que estudiar, evolucionar, aprender nuevas herramientas, relacionarse y, sobre todo, ser leal, honesto y responsable. El profesional que tiene éxito es aquel que nunca deja de aprender” .
Este mensaje me deja una reflexión clara: actualizarse ya no es un lujo, sino una necesidad. En este mundo digital, el comunicador que no aprende sobre nuevas plataformas, narrativas transmedia y estrategias digitales simplemente se oxidará. Vivimos en una era donde la inteligencia artificial puede automatizar casi todo, pero el pensamiento crítico sigue siendo insustituible. Nuestra tarea es diferenciar la información real del ruido digital.

El mundo digital no llegó para reemplazar la comunicación, sino para potenciarla. No lo ignoremos, no le temamos. Asumamos el reto y evolucionemos, porque en un universo de información, los que lideran son aquellos que saben cómo contar la mejor historia.