En el corazón del barrio San Francisco de Cartagena de Indias, un sector donde la juventud enfrenta desafíos apremiantes y a menudo, el abandono estatal marca su rumbo, surge una figura de esperanza: Marta Patricia Díaz Morillo, conocida cariñosamente como “la profe” Marta. Su labor incansable a través de la Corporación Cultural Enredos se ha convertido en un faro para los niños, niñas y jóvenes de la comunidad, quienes encuentran en el arte y la cultura un refugio y una oportunidad para cambiar el curso de sus vidas.
A sus 52 años, Marta ha dedicado su vida a rescatar a estas poblaciones vulnerables, ofreciendo alternativas de crecimiento personal y vocacional mediante la danza y el aprendizaje. Su pasión por el arte no solo enriquece el espíritu de quienes participan en sus actividades, sino que también promueve un cambio social profundo, dando a la juventud un camino de esperanza en medio de un entorno adverso.
Marta nació y se crio en el barrio San Francisco, y desde pequeña encontró en la danza una vocación que la ha llevado a ser una bailarina profesional en danzas folclóricas y contemporáneas. «Desde pequeña me ha gustado bailar. Mi mamá decía que yo bailaba hasta las propagandas», recuerda Díaz Morillo. Su pasión y talento innato la llevaron a estudiar danza en la Universidad del Atlántico, y a recorrer el mundo, participando en festivales internacionales en Francia e Italia.
«Fuimos a Francia e Italia… a la ministra de Cultura, Araceli Morales, le gustó el trabajo del grupo de danza y nos llevó a Francia», explica Marta con orgullo sobre su experiencia con el grupo Estampas de Funsarep
Pese a sus logros personales, esta cartagenera siempre sintió la necesidad de devolver a su comunidad parte de lo que había recibido. Fue así como nació Enredos, una corporación que busca ofrecer a los niños del barrio San Francisco un espacio de formación cultural y artística.
«Yo quería formar algo donde los niños también pudieran alcanzar esos mismos retos, esas metas, esas ilusiones y de ahí nació Enredos», explica.
Enredos se consolidó en 2021 bajo una convocatoria del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), aunque la profe Marta llevaba años gestando la idea: «Enredos estaba en la incubadora desde 2018-2019, pero nació en 2021, cuando dije que esto es»
La labor del grupo cultural Enredos ha generado un impacto profundo en el barrio, y tanto su relevancia como la de la profe Marta son innegables.
Del teatro, la danza, el dibujo y las artes plásticas, los más pequeños encuentran una vía de expresión y un refugio que los aleja de los problemas sociales que a menudo afectan al sector, como el pandillismo, la venta y consumo de estupefacientes, la prostitución y el hurto, entre otros.
«Hay niños que antes eran muy rebeldes, pero gracias a la danza y a la formación cultural han mejorado esa energía que nosotros como padres decimos que están rebeldes, pero ellos la canalizan por medio del arte», señala la profe Marta.
Su enfoque holístico ha ayudado a muchos niños y niñas a superar dificultades personales y familiares, encontrando en Enredos un espacio seguro y estimulante.
Marta describe cómo su propia experiencia de vida ha influido en la creación y el desarrollo de Enredos. Su lucha contra los estereotipos y las expectativas sociales impuestas sobre las mujeres afrodescendientes es un pilar fundamental de su trabajo.
«Nosotras como mujeres cartageneras o afro, siempre nos han catalogado como personas que son inseguras, que no tienen educación o que no tienen visión de la vida. Enredos, además de ser un espacio artístico, es una plataforma para empoderar a los niños y ayudarles a abrazar su identidad cultural”, explica la profe Marta.
La Corporación Cultural Enredos no solo ofrece un espacio de recreación, sino también de formación integral, donde los niños y niñas aprenden a valorar su identidad y sus raíces culturales. «Yo quiero ver Enredos no desde el enredo mismo, sino que desde el enredo se descubra algo que llame la atención y que sea diferente», dice la profe Marta, subrayando la importancia de la identidad y la autoestima en su trabajo con los niños y niñas.
Impactando vidas
La visión de Enredos va más allá de ser un simple grupo de danza. Marta busca formar a los niños y niñas en diversas disciplinas artísticas, fomentando en ellos una comprensión más profunda de la cultura y el arte. «Aquí no se viene a bailar solamente danza, aquí yo quiero formarlos y este tipo de formación es cultural y va más allá de esta», enfatiza. Enredos ofrece talleres de teatro, dibujo y artes plásticas, además planea en un futuro cercano ofrecer talleres de fotografía y cine en conjunto con el Semillero de Historia de la Fotografía en el Caribe Colombiano de la Universidad Tecnológica de Bolívar, ampliando así las oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
El trabajo de la profe Marta y Enredos ha tenido un impacto tangible en la vida de los niños, niñas y sus familias. Por primera vez, han participado 40 niños del barrio en las fiestas de noviembre y han tenido la oportunidad de viajar al extranjero.
«Ya hemos ido a Perú con dos niños de la Corporación que conocieron Lima. Ellos nunca habían estado en avión, la acogida fue maravillosa, todo fue pagado de mi bolsillo y para ellos fue una experiencia de otro mundo», comparte la profe con orgullo.
Estas experiencias no solo amplían los horizontes de los niños y niñas, sino que también refuerzan su autoestima y sentido de pertenencia.
Foto: Cortesía Grupo Cultural Enredos
Además de sus logros en la comunidad local, la profe Marta tiene una visión global para Enredos.
«La visión de Enredos es hacer intercambios culturales con diferentes países… vamos a tratar que el año que viene sea un poco más amplio, que vengan otros países y que nosotros podamos participar en otros países», señala.
Este enfoque de intercambio cultural no solo enriquece a los niños y niñas de San Francisco, sino que también promueve un entendimiento y apreciación cultural a nivel internacional.
Huella imborrable
La Corporación Cultural Enredos ofrece más que recreación: brinda formación integral, donde los niños aprenden a valorar su identidad y sus raíces culturales. «Yo quiero ver Enredos no desde el enredo mismo, sino que desde el enredo se descubra algo que llame la atención y que sea diferente», dice Marta, subrayando la importancia de la identidad y la autoestima en su trabajo con los niños.
A través de su dedicación y esfuerzo, Marta Patricia Díaz Morillo ha dejado una huella imborrable en la comunidad de San Francisco. Su labor va más allá de la danza; es una misión de vida que busca transformar y enriquecer las vidas de los niños, niñas y jóvenes, ofreciéndoles un futuro lleno de posibilidades y esperanzas.
«La gente dice que dejar huella, pero en realidad es transmitir ese conocimiento que tienes hacia otra persona que está ávida de eso, tratar de llevarlo a través de ese reconocimiento», concluye Marta, una verdadera inspiración para todos aquellos que creen en el poder transformador del arte y la cultura.
Enredos, de la mano de la profe Marta, ha transformado y seguirá transformando la vida de niños, niñas y familias del barrio San Francisco. Marta ha logrado crear un espacio donde estos pueden explorar su creatividad, aprender nuevas habilidades y, sobre todo, sentirse valorados y comprendidos. Enredos es un faro de esperanza y un testimonio del poder del arte para cambiar vidas.
