Con el cambio en las dinámicas fronterizas, a razón de la crisis venezolana, el contrabando de gasolina desde Colombia se convirtió en una de las actividades más comunes, dinámicas y lucrativas en esta frontera. A pesar de que este negocio se ve permeado por el silencio de las autoridades, la falta de control aduanero y la participación de grupos ilegales, es la base de la economía en la Alta Guajira.