La revista Visor de la UTB conversó con Carlos Rico, encargado de Comunicaciones y Relacionamiento de la Universidad Tecnológica de Bolívar, comparte su trayectoria desde el periodismo deportivo en “Primer Tiempo” hasta su labor institucional.
Desde sus años en la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB), donde estudió Comunicación Social, hasta convertirse en el “Encargado de Comunicaciones y Relacionamiento” de la misma institución. Sin embargo, su camino hasta este puesto estuvo marcado por su paso por el periodismo deportivo, un campo en el que trabajó durante dos años en el medio “Primer Tiempo”.
Allí, se dedicó a cubrir eventos deportivos en Cartagena y Bolívar, incluyendo el torneo de ascenso del Real Cartagena, donde comenzó en 2022 como periodista acreditado por Dimayor. Durante este periodo, Carlos desempeñó labores de reportero y comentarista deportivo, un trabajo que define como “mi gran pasión y algo que hice por amor al arte”. Aunque disfrutaba profundamente de esta etapa, una nueva oportunidad laboral lo llevó a dar el siguiente paso en su carrera, combinando su experiencia en el periodismo con la comunicación institucional.
Cuando se le pregunta qué día reviviría de sus años de estudiante, su mirada se ilumina con especial cariño al recordar un proyecto en la clase de Investigación Cualitativa. Carlos cuenta cómo, junto a su grupo, trabajaron con una líder comunitaria del colegio INEM de Cartagena, una mujer que irradiaba amor y dedicación hacia los demás.
“El día que presentamos el proyecto, ella estaba ahí. Se emocionó tanto que lloró, nos abrazó y nos agradeció por nuestro trabajo. Fue un momento tan genuino y emotivo que nunca olvidaré”, relata con una sonrisa nostálgica.
Carlos también guarda un profundo respeto y admiración por algunos de sus profesores, quienes dejaron huellas imborrables en su formación. Menciona a Miguel Efrén Garcés, quien le enseñó a encontrar la humanidad en el periodismo
“Me decía: Veo un potencial en ti; solo necesitas sacar las cartas al juego”. “Sus palabras me ayudaron a abrirme, a creer en mí mismo”.
También menciona a Mercedes Posada, una mujer que, con su sabiduría y firmeza, le inspiró a defender sus ideales. Finalmente recuerda a Gina Zabaleta, quien con paciencia y vocación, le guió en el diseño gráfico, un área que no era su fuerte. Para Carlos, cada enseñanza fue más que académica, fue una lección de vida.
Tras graduarse, su incursión en el ámbito laboral ha reforzado su convicción sobre el poder transformador de la comunicación. Entre los proyectos que más lo han marcado, destaca “Vamos pa’lante”, una iniciativa destinada a otorgar becas a estudiantes en situación de vulnerabilidad económica. Esta experiencia le recordó la importancia de usar sus habilidades para crear oportunidades y generar un impacto positivo en la sociedad.
Si su vida tuviera un soundtrack, incluiría canciones como “Ando Vacilao” de Luister La Voz y “Vivir Mi Vida” de Marc Anthony. Estas melodías reflejan su energía y la fuerza que lo caracterizan, así como su deseo de vivir plenamente y con propósito. Para Carlos, la música es una fuente de inspiración que lo motiva a seguir adelante. Y cuando piensa
en los consejos que marcaron su camino, recuerda las palabras de sus padres: respetar a los mayores y honrar a quienes te rodean.
“Al principio no lo entendí, pero con el tiempo vi que la vida es un ciclo, y lo que das, lo recibes de vuelta”, dice con convicción.
Carlos Rico es más que un comunicador; es un puente entre las historias y las personas, un creador de conexiones significativas. Su experiencia como estudiante y profesional refleja un profundo compromiso con el cambio social y el impacto positivo. Con cada paso que da, reafirma su deseo de construir un mundo más empático y humano, donde la comunicación no solo informe, sino que también inspire y transforme.
